Esta señora con una sonrisa un poco extraña es Elisabeth Loftus, una de las
investigadoras más influentes en psicología de la memoria.
En 1974 junto con Palmer, Loftus presentó a unos 45 participantes un video
de un accidente de tráfico, dos coches empotrándose uno contra el otro.
Tras el video, los participantes fueron divididos en diferentes grupos,
a cada uno se le hizo la misma pregunta, en la que solo cambiaba
dependiendo del grupo, una palabra.
"¿Como de rápido iba el coche cuando se ........uno contra el
otro?"
Dependiendo de la palabra que se usara en la línea de puntos la estimación
de la velocidad cambiaba considerablemente.
Resultados:
- Golpearon: 55 km por hora.
- Estrellaron: 64 km por hora
- Colisionaron: 62 km por hora
- Chocaron: 61 km por hora
- Tocaron: 50 km por hora
¿Qué significa?
Pues que como no tenemos ni idea de estimar velocidades, lo que hacemos es
fijarnos (inconscientemente) en las "pistas" que nos proporciona el
propio investigador.
Pero hay más.... Loftus hizo un segundo experimento. El procedimiento fue
el mismo que en el primero pero esta vez solo diferenciaban entre
golpearon y estrellaron, los resultados fueron parecidos, pero tras una semana
hicieron volver a los participantes y les pasaron un cuestionario sobre el
video del accidente, en este había escondida una pregunta: "¿Viste algún
cristal roto?".
- Grupo de Golpear: 14% dijeron
que si habían visto el cristal roto
- Grupo de Estrellar: 32% dijeron
que si habían visto el cristal roto
Cuando en
realidad, no había ningún cristal roto.
¿Qué significa?
Cuando en un accidente de tráfico encontramos cristal roto, presumiblemente
la velocidad era alta, el grupo que ya había dicho que la velocidad era alta
era mucho más fácil que dijeran que habían visto cristal, aunque este no fuera
el caso. ¿Por qué?, porque encajaba con su idea de como había sido el
accidente, si presupones que iban a gran velocidad, ¿por qué no iba a haber
cristal?, entonces cuando preguntan, presupones que lo habías visto.
¿Parece una tontería verdad? pues no sabéis en que berenjenales la ha
metido a esta pobre señora este descubrimiento. Loftus se volvió muy famosa en
los casos de abuso sexual a menores que hubo hace unos años en Estados Unidos
(culpa de los psicoanalistas), pero esto es para otro día.
¡Que paséis buena semana Santa!
Como siempre, sorprendente. Un besito guapa. Mar
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